El de 31 Enero 2024 varios ejecutivos de empresas tecnológicas como Meta (Facebook), X (Twitter) y TikTok comparecieron ante el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos. Se les acusa de no poner medidas para proteger a los menores de la adicción que provocan sus aplicaciones móviles. En esta sesión ha ocurrido un momento histórico en el que Mark Zuckerberg, fundador de Meta, se ha dado la vuelta y mirando a los padres de las víctimas les ha dicho: “Lamento todo lo que habéis pasado. Nadie debería tener que pasar por las cosas que han sufrido vuestras familias”.
¿Qué está pasando realmente para que la élite tecnológica esté pidiendo perdón por lo que han hecho pasar a algunas familias? ¿Es realmente tan preocupante? Teniendo en cuenta que los cerebros de los niños no está totalmente desarrollado, ¿les estamos perjudicando al exponerles demasiado pronto y con demasiada frecuencia a estas tecnologías?
En la era digital actual, las pantallas son una constante en la vida de muchos niños. Lo peligroso es que estamos rodeados de pantallas todo el día: tenemos tabletas en los colegios, televisiones en casa y un móvil siempre en nuestro bolsillo. De hecho más en la mano que en el bolsillo.
Una responsabilidad que tenemos como padres es entender cómo afecta a nuestros hijos el hecho de estar constantemente expuestos a una pantalla. Y justo de esto, va la newsletter de hoy:
Vamos a analizar el impacto que el uso excesivo de pantallas tiene en temas tan importantes como: el desarrollo cerebral, la vista, el sueño, la actividad física y la alimentación.
Vamos a explicar cómo las pantallas están afectando al aprendizaje de nuestros hijos en el colegio.
Y por último, vamos a explorar el peligroso momento en que el uso excesivo se convierte en adicción y vamos a ver qué podemos hacer si detectamos que hemos llegado a ese extremo.
Antes de meternos en materia, quiero ser muy claro con una cosa: no por dejarle un ratito el móvil a nuestro hijo somos unos padres horribles. Por ejemplo, yo alguna vez que otra he caído en la tentación de ponerle un capítulo de Peppa Pig cuando mi hijo se ha puesto muy pesado cenando en algún restaurante. ¿Soy peor padre por eso? Sinceramente, no lo creo. En general, creo que es más sabio huir de los extremismos. Como bien desarrolló Aristóteles en su “Ética a Nicómaco”: la virtud está en el término medio.
Otra cosa que quiero dejar clara es que la tecnología (y en muchos casos accedemos a ella mediante pantallas) tiene cantidad de cosas buenas, que exploraremos en la siguiente edición de Súper Neurona. La clave está en saber cómo hacer un buen uso de ella y en entender los efectos que tiene en nosotros para aprovechar lo bueno y evitar lo malo.
¡Vamos al lío!
Efectos en el desarrollo cerebral
El cerebro de los niños es altamente plástico, lo que significa que es susceptible a influencias externas. Esto es genial para que aprendan a una velocidad asombrosa. Pero por otra parte, la sobreestimulación constante de los dispositivos digitales puede sobrecargar la corteza prefrontal. Esto puede llevar a dificultades en mantener la atención y concentración, especialmente en tareas que requieren un pensamiento más profundo y sostenido. Y esto ya no es tan genial.
Atención y concentración
Los dispositivos digitales a menudo presentan una estimulación constante y de alta intensidad, lo que puede resultar en un efecto de "sobrecarga sensorial". Como consecuencia tendremos dificultades en mantener la atención y concentración en tareas que requieren un enfoque sostenido y menos estimulante, como el aprendizaje en el aula o la lectura de un libro.
Sistema de recompensa
El uso frecuente de pantallas, especialmente en actividades como los videojuegos o el uso de redes sociales, puede activar el sistema de recompensa del cerebro, llevando potencialmente a un comportamiento de búsqueda de gratificación inmediata y, en algunos casos, a comportamientos adictivos.
En el sistema de recompensa, hay dos partes del cerebro que juegan un papel crucial:
Área tegmental ventral (ATV): Esta estructura se encuentra en el mesencéfalo, que es una parte del tronco del encéfalo. Es una de las principales áreas del cerebro implicadas en el sistema de recompensa. Las neuronas en el ATV liberan dopamina, un neurotransmisor que está asociado con el placer y la motivación. Cuando realizamos una actividad que el cerebro percibe como gratificante (como comer, interactuar socialmente o usar redes sociales), el ATV libera dopamina, lo que nos hace sentir placer y puede motivarnos a repetir esa actividad.
Núcleo accumbens: Esta estructura está situada en el área basal del telencéfalo. Recibe señales dopaminérgicas del Área Tegmental Ventral y está involucrada en el procesamiento de recompensas, la motivación, el placer y la consolidación de aprendizajes relacionados con el refuerzo. Es una región clave en la formación de hábitos y adicciones, ya que responde fuertemente a estímulos que son gratificantes o que el cerebro percibe como tales.
El funcionamiento conjunto de estas dos áreas es fundamental para la comprensión de comportamientos como la adicción y la motivación. Por ejemplo, en el caso de la adicción a las redes sociales, el consumo repetido puede llevar a un aumento en la liberación de dopamina en estas áreas, reforzando el comportamiento adictivo. Es algo parecido a lo que ocurre cuando se consume droga.
Habilidades cognitivas y sociales
La interacción con pantallas limita las oportunidades para el desarrollo de habilidades sociales y emocionales. Las experiencias de la vida real, como el juego físico y la interacción cara a cara, son cruciales para el desarrollo de habilidades como la empatía, la resolución de conflictos y la comunicación efectiva. Además, el uso excesivo de pantallas puede afectar el desarrollo de habilidades cognitivas como la memoria, el pensamiento crítico y la creatividad.
Efectos en el lenguaje y la comunicación
Para los niños pequeños, el desarrollo del lenguaje es un aspecto crucial de su crecimiento. La interacción humana y la conversación son fundamentales para este proceso. El tiempo excesivo frente a pantallas puede limitar la interacción verbal y no verbal, esencial para el desarrollo del lenguaje. Esto puede influir en la maduración y desarrollo de los lóbulos temporales, afectando potencialmente la adquisición del lenguaje y las habilidades de memoria.
Efectos visuales
La fatiga ocular digital
El término "fatiga ocular digital" se refiere al conjunto de síntomas relacionados con el uso prolongado de dispositivos digitales. Los niños, cuyos ojos aún están en desarrollo, son especialmente susceptibles a estos efectos. Los síntomas comunes incluyen ojos secos, enrojecimiento, irritación, fatiga visual, y dolores de cabeza. Estos síntomas pueden ser exacerbados por factores como una iluminación inadecuada, una mala postura, y la cercanía de la pantalla a los ojos.
El origen de la fatiga ocular digital en los niños se debe en parte a la disminución del parpadeo durante el uso de pantallas. Parpadear es esencial para la lubricación y limpieza de la superficie ocular. Las pantallas pueden causar un parpadeo incompleto o menos frecuente, llevando a una mayor evaporación de la lágrima y, por consiguiente, a ojos secos y irritados.
Aumento del riesgo de miopía
Más allá de la fatiga ocular, existe una preocupación creciente sobre la relación entre el tiempo frente a la pantalla y el desarrollo de miopía en niños. La miopía, se está convirtiendo en un problema de salud visual significativo a nivel mundial, especialmente entre los jóvenes. La miopía ocurre cuando el ojo crece demasiado “largo” de adelante hacia atrás, lo que hace que los objetos lejanos se vean borrosos.
Hay muchos estudios que sugieren una correlación entre el uso prolongado de pantallas y un aumento en la miopía en niños. Se cree que esto se debe a la falta de exposición a la luz natural y a un enfoque constante en objetos cercanos, como las pantallas de los dispositivos. La luz natural y el tiempo dedicado a actividades al aire libre juegan un papel crucial en el desarrollo saludable de los ojos de los niños y pueden ser factores protectores contra el desarrollo de la miopía.
Efectos en el sueño
El sueño insuficiente o de mala calidad es súper perjudicial para los niños y sus efectos incluyen problemas de memoria y aprendizaje, dificultades de atención, irritabilidad y otros problemas de comportamiento. El sueño es crucial. Sobre todo, juega un papel fundamental en procesos como la consolidación de la memoria y el aprendizaje, y su perturbación puede tener consecuencias duraderas en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. Te dejo las recomendaciones de sueño por edad para que las tengas a mano:
Niños pequeños (1-2 años): De 11 a 14 horas al día, incluidas las siestas.
Preescolares (3-5 años): De 10 a 13 horas al día, incluidas las siestas.
Niños en edad escolar (6-13 años): De 9 a 11 horas al día.
Adolescentes (14-17 años): De 8 a 10 horas al día.
Interrupción de los ritmos circadianos
El uso de pantallas antes de acostarse afecta a los ritmos circadianos naturales del cuerpo, que regulan el ciclo sueño-vigilia. Las pantallas emiten una luz azul que puede engañar al cerebro haciéndole creer que aún es de día, lo que retrasa la producción de melatonina, la hormona responsable de inducir el sueño. Esto puede resultar en dificultades para conciliar el sueño y en una reducción de la calidad general del mismo. He estado investigando bastante sobre gafas con filtro azul últimamente y no parece que haya unos estudio muy concluyentes sobre su efectividad.
Efectos en la calidad del sueño
Más allá de la luz azul, el contenido consumido a través de las pantallas puede ser demasiado estimulante, lo cual es contraproducente para la relajación necesaria antes de dormir. Los videojuegos intensos, las redes sociales y otros medios interactivos pueden mantener el cerebro en un estado de alerta, dificultando la transición a un estado de reposo.
Recomendaciones
Para mitigar estos efectos, los expertos recomiendan establecer rutinas de sueño saludables para los niños que incluyan limitar el uso de dispositivos con pantallas antes de dormir. Algunas recomendaciones son:
Establecer un Horario de "Desconexión": Apagar todos los dispositivos electrónicos al menos una hora antes de la hora de dormir.
Crear una Rutina de Relajación Pre-sueño: Involucrar a los niños en actividades tranquilas como leer un libro o escuchar música suave.
Mantener un Entorno de Sueño Apropiado: Asegurarse de que el dormitorio sea un espacio libre de distracciones electrónicas.
Efectos en la actividad física y alimentación
El tiempo dedicado a dispositivos digitales ,salvo en contadas excepciones, es tiempo en el que los niños están físicamente inactivos. Los juegos al aire libre y los deportes, que son esenciales para el desarrollo físico y motor, a menudo se ven reemplazados por videojuegos, redes sociales y consumo de contenido digital. Esto puede afectar el desarrollo del lóbulo parietal, una parte del cerebro clave para procesar y responder a información sensorial.
Esto se traduce en riesgo de obesidad infantil. Y la obesidad en la infancia no solo presenta problemas de salud inmediatos, como diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, sino que también aumenta el riesgo de obesidad y problemas de salud relacionados en la edad adulta.
Además, el comer distraído frente a pantallas a menudo lleva a un consumo excesivo, ya que los niños pueden ser menos conscientes de las señales de saciedad.
¿Qué está pasando en los colegios?
Es especialmente curiosa la creciente tendencia de padres trabajadores en el sector tecnológico de Silicon Valley de inscribir a sus hijos en colegios que no usan pantallas. Se ha observado que, paradójicamente, algunas de las personas que han impulsado el avance tecnológico están optando por minimizar el uso de la tecnología por parte de sus hijos. Este fenómeno se refleja en la elección de escuelas como las de Waldorf y otras instituciones educativas que enfatizan el juego creativo y un enfoque de aprendizaje dirigido por el alumno, libre de la influencia de la tecnología digital.
La motivación detrás de esta tendencia parece centrarse en la creencia de que los niños aprenden mejor a través de métodos de enseñanza lúdicos y liderados por ellos mismos, en lugar de una exposición constante a la tecnología digital. Y no es que piensen que la tecnología no es importante. Ellos se ganan la vida gracias a ella. Sin embargo, buscan retrasar la introducción de la tecnología tanto como sea posible, enfocándose primero en desarrollar otras habilidades en sus hijos, con la esperanza de que esto les permita un uso responsable y seguro de la tecnología en el futuro.
Este enfoque puede parecer contradictorio, pero refleja una distinción entre el uso productivo de la tecnología y el tiempo de pantalla "sin sentido". Los padres que adoptan esta filosofía tienden a ver los espacios de creación (makerspaces), donde se fomenta la creatividad y el juego desordenado en un entorno seguro, como una manera valiosa de exponer a los niños a los recursos tecnológicos de una manera más controlada y productiva.
Reducción de la atención sostenida
Las pantallas, especialmente cuando se utilizan para actividades de entretenimiento como juegos o redes sociales, a menudo ofrecen estímulos rápidos y cambiantes. Esta constante estimulación puede entrenar el cerebro para esperar y depender de inputs frecuentes y variados, lo que puede disminuir la capacidad de mantener la atención en tareas menos estimulantes o más prolongadas, como la lectura de textos extensos o la resolución de problemas complejos.
Multitarea y fragmentación de la atención
La multitarea, común en el uso de dispositivos digitales, puede parecer una habilidad útil, pero a menudo conduce a una fragmentación de la atención. Cambiar constantemente entre tareas impide la concentración profunda y afecta la calidad del aprendizaje. Los niños que habitualmente se dividen entre varias pantallas o actividades pueden encontrar dificultades para enfocarse en una sola tarea por períodos prolongados.
Adicción al uso de pantallas
Detectar si un niño es adicto a las pantallas implica observar una serie de comportamientos y síntomas que pueden indicar una dependencia excesiva o insalubre hacia los dispositivos electrónicos. A continuación, te explico algunas señales clave para identificar una posible adicción:
Señales de adicción a las pantallas
Uso excesivo y compulsivo: El niño pasa la mayor parte de su tiempo libre usando dispositivos electrónicos, a menudo más de lo que los padres consideran apropiado o normal.
Negligencia de otras actividades: Hay una disminución notable en el interés por actividades que anteriormente disfrutaba, como hobbies, deportes o interacciones sociales, en favor del tiempo frente a la pantalla.
Cambios en el comportamiento o el estado de ánimo: El niño muestra irritabilidad, ansiedad o enojo cuando no puede acceder a sus dispositivos. Este cambio de comportamiento puede ser particularmente evidente durante los intentos de limitar su uso de pantallas.
Problemas de sueño: Dificultad para conciliar el sueño o alteraciones en los patrones de sueño, posiblemente debido al uso de dispositivos antes de acostarse.
Problemas en la escuela o en casa: El rendimiento escolar puede disminuir, y pueden surgir conflictos en casa relacionados con el uso de dispositivos.
Falta de control: Incapacidad para reducir el tiempo frente a la pantalla a pesar de los intentos de hacerlo o de las consecuencias negativas evidentes.
Preocupación constante: El niño parece estar constantemente preocupado por volver a usar el dispositivo o por lo que se está perdiendo en línea cuando no está conectado.
¿Qué puedes hacer para reconducir esta situación?
Observación y comunicación: Observa los patrones de uso de pantalla de tu hijo y habla con él sobre sus hábitos.
Establecer límites claros: Implementa reglas claras y consistentes sobre el uso de dispositivos electrónicos.
Promover actividades alternativas: Fomenta actividades que no involucren pantallas, especialmente aquellas que impliquen interacción social y ejercicio físico.
Participación familiar: Involucra a toda la familia en el proceso, asegurando que todos sigan las mismas reglas respecto al uso de pantallas.
Buscar asesoramiento profesional: Si los comportamientos son preocupantes y no mejoran con los cambios en el hogar, considera buscar el consejo de un profesional de la salud mental.
Y hasta aquí la newsletter de hoy. En la próxima edición daremos una serie de consejos y pautas para hacer un uso razonable de la tecnología y pantallas. También hablaremos de todos los aspectos positivos con los que la tecnología puede ayudar al desarrollo cerebral de nuestros hijos . Y por último analizaremos alguna de las últimas tendencia en tecnología y como podemos aprovecharlas en su justa medida. Sí, también hablaremos de Inteligencia Artificial 🤖
Aquí van algunos libros que podéis leer si queréis profundizar en el tema:
Irresistible: ¿Quién nos ha convertido en yonquis tecnológicos? - Adam Alter
Más creatividad menos pantallas - Gemma Díaz
The Art of Screen Time - Anya Kamenetz